A estas alturas todas sabemos qué cosméticos debe incluir una buena rutina de belleza: un limpiador, un tónico, un exfoliante, una hidratante de día con protector solar y una crema nutritiva de noche formarían parte, sin duda, de la lista de productos cosméticos imprescindibles para el cuidado del cutis. Pero más allá de los conceptos básicos que pueden servir para todos los tipos de piel, los cosméticos adicionales deben abordar las preocupaciones específicas de cada tipo de cutis. Ahí es donde entran en juego el booster.

A este producto cosmético vamos a dedicar este post. En él explicaremos qué es un booster, para qué sirve, en qué se diferencia de un sérum y qué debemos tener presente a la hora de escoger uno.

Booster

¿Qué es un booster y para qué sirve?

Hablar de un booster cosmético es hablar de un impulsor o acelerador, un activador que permite alcanzar el máximo rendimiento en las rutinas de belleza gracias a que concentra muchos principios activos en su fórmula.

Este cóctel de principios activos se caracteriza principalmente por su gran capacidad para penetrar en las capas más profundas de la piel, siendo ahí donde ejerce una importante acción tanto preventiva como restauradora.

La combinación de los ingredientes de este tipo de cosmético puede y debe variar según las características epidérmicas de la persona que ha de usarlo. Hay combinaciones que, incluso, se utilizan para tratar determinadas alteraciones dermatológicas.

Hasta no hace demasiado tiempo, estos productos sólo podían encontrarse en los centros de cosmética profesionales, pero ya se han instalado entre nosotras como parte integrante habitual de nuestras rutinas faciales.

Los expertos en Cosmética recomiendan usar este producto junto a cremas hidratantes y mascarillas. Esta combinación permite lograr rápidamente los resultados deseados.

La mayoría de potenciadores están formulados para complementarse entre sí. También son compatibles con los tratamientos exfoliantes y otros productos antienvejecimiento, incluidos sueros y humectantes con retinol.

Cada producto requiere de un tratamiento específico. Conocerlos todos ayuda a completar una rutina de belleza y cuidado de la piel. Basta con mezclar 3 o 4 gotas de este producto con tu hidratante o sérum para conseguir múltiples beneficios dermatológicos.

Booster cosmético

Tipos de aceleradores cosméticos

El booster de belleza no debe faltar en nuestro neceser. Sobre todo si ya hemos sobrepasado la barrera de los 30.

Son muchos los factores que dejan huella en nuestro cutis. Entre ellos podemos destacar la luz solar, las variaciones hormonales, los cambios de temperatura, la contaminación y, por supuesto, la edad.

El cosmético acelerador resulta de gran ayuda para paliar el efecto negativo de esos factores. Saber lo que nuestra piel necesita y conocer qué tipo de acelerador cosmético es el más adecuado para ella es fundamental para evitar su deterioro y envejecimiento.

En el mercado pueden encontrarse aceleradores elaborados para afrontar las siguientes situaciones y cumplir las siguientes funciones:

  • Hidratación. Un booster no es un producto creado específicamente para hidratar pero puede ayudar a preservar la humedad natural de la piel. En ese sentido, los que contienen vitamina C y ácido hialurónico en su formulación son muy eficaces.
  • Tratamiento de rojeces. Un producto que calme y desinflame es ideal para tratar procesos como el acné, la rosácea o los eccemas.
  • Secrecón sebácea. Las pieles mixtas o grasas suelen padecer un exceso de secreción de las glándulas sebáceas. En el mercado se pueden encontrar cosméticos aceleradores específicamente formulados para tratar este tipo de problemas.
  • Manchas. Existen aceleradores con efecto despigmentante que contribuyen a acelerar el aclarado de manchas, bien sea su origen solar, genético o cicatricial.
  • Flacidez. El paso del tiempo hace que nuestra dermis se vuelva menos firme. La pérdida de ácido hialurónico, elastina y colágeno es la causante principal de la flacidez de la piel. Un acelerador específico y rico en estos componentes ayuda a reafirmarla.
  • Détox. En determinadas ocasiones, el cutis necesita un tratamiento depurativo. Un booster específicamente diseñado para ello ayuda a paliar los efectos derivados de los excesos.

Los booster sirven también para proporcionar brillo, reducir el efecto pernicioso de los radicales libres (provocadores del envejecimiento prematuro de la piel) y disminuir o borrar las líneas de expresión, las pequeñas arrugas y las imperfecciones. Estos cosméticos, por sí solos o combinados con otros, contrarrestan el aspecto cansado y apagado de nuestro cutis, proporcionándole tersura.

Elegir correctamente nuestro beauty booster nos permitirá potenciar y aumentar la eficacia de cualquier tratamiento de belleza y nos ayudará a mantener un pH saludable para la piel.

Rutina de belleza

¿Cómo se aplica un booster?

Lo primero que se debe tener presente a la hora de aplicar un prodcuto de este tipo es la importancia de seguir un orden de rutina facial correcto.

Así, el paso inicial y obligatoria será asegurarnos de que el cutis esté limpio y haya sido tonificado. Para ello resulta muy útil el agua termal y también el agua de rosas.

La exfoliación facial dos o tres veces a la semana es otra de las acciones que se debería incluir en las rutinas de belleza.

El mejor momento para aplicar el booster es cuando el cutis ya está limpio y exfoliado. Unas pocas gotas, aplicadas con una pipeta dosificadora, bastan para que el producto haga su efecto. Para extenderlo basta utilizar la punta de los dedos.

Una tendencia muy común en cosmética durante los últimos años es mezclar este producto con el sérum o crema. Unas solas gotas bastan para mejorar los efectos de los siguientes tratamientos.

Mucha gente cree, de manera errónea, que un booster y un sérum es lo mismo. A pesar de que ambos son unos excelentes aliados en nuestra rutina de belleza no hay que confundir. El sérum tiene la capacidad de trabajar sobre las capas más profundas de la piel. El por su parte, es, tal y como hemos señalado al principio de este post, un acelerador o activador de belleza, es decir, tiene una concentración más alta que la de un sérum y su acción cosmética es más específica.

Cuidado de la piel