Si hay un elixir mágico para el cuidado de la piel ése es el aceite de argán. A pesar de que el listado de aceites para cumplir dichas funciones es muy largo (de rosa mosqueta, de coco, de almendras dulces, de albaricoque, de jojoba…), lo cierto es que no todos son iguales.
Es sencillo perderse en medio de un listado tan largo, pero no te preocupes. En este artículo vas a descubrir el aceite definitivo. Y si tu tipo de piel es algo graso, enhorabuena, vamos a darte la mejor solución.
Seguro que ahora te estás preguntando si un producto oleoso es lo mejor que puedes utilizar en el cuidado de tu cutis si éste es graso. Puede parecer contradictorio actuar de ese modo, pero la clave está en asumir lo que hemos dicho en el párrafo inicial de este post: no todos los aceites cosméticos son iguales.
Habitualmente cada tipo de cutis necesita su producto indicado, pero lo cierto es que hay uno que es idóneo para todos los tipos de piel y ése es el aceite de argan. A continuación vamos a hablaros de su origen y de sus múltiples utilidades y virtudes.
¿Qué es el aceite de argán?
El producto al que estamos dedicando este post se obtiene a partir de las nueces del árbol de argán.
Estos árboles son nativos de Marruecos. De hecho, las mujeres marroquíes llevan muchos años utilizándolo para el cuidado de la piel y del cabello.
Las nueces de este vegetal contienen entre 1 y 3 gramos de argán. Para extraer éste, hay que romper dichas nueces y tostarlas. El prensado en frío es el proceso de extracción tradicional utilizado para extraer este producto. La creciente popularidad del mismo y las exigencias de comercialización ha hecho que en los últimos años se potencien los métodos de extracción industrializados.
Su textura es muy ligera y su capacidad de penetrar en la piel muy alta, algo muy valorado en el mundo de la cosmética.
El aceite de argán es rico en nutrientes tan variados como:
- Vitamina E, muy apreciada en el cuidado cutáneo por sus propiedades antienvejecimiento y suavizantes.
- Polifenoles o flavonoides: antioxidantes muy potentes.
- Carotenos que el cuerpo transforma en vitamina A.
- Melatonina y esteroles vegetales.
- Ácidos grasos que ayudan a mantener la hidratación de la piel y a prevenir la pérdida de elasticidad o la sequedad.
Todos estos nutrientes convierten a este producto natural en una ayuda muy útil para calmar, proteger y tratar afecciones cutáneas muy diversas. A continuación vamos a ver sus múltiples utilidades.
Aceite de argán: propiedades
¿Para qué sirve el aceite de argan? Lo primero que hay que decir de él es que es un producto muy versátil debido a sus múltiples beneficios. Entre sus principales propiedades podemos destacar las siguientes:
- Protege la piel de los daños solares.
- Es hidratante.
- Tiene funciones desmaquillantes.
- Sirve para tratar las estrías.
- Sirve para el cuidado del cabello y para estimular su crecimiento.
- Ilumina el cutis.
- Protege las cutículas.
- Sirve para tratar heridas y quemaduras.
- Puede utilizarse como loción corporal.
- Sirve para tratar el acné.
- Tratamiento de las manchas de la cara.
Finalmente hay que destacar que, tal y como se ha apuntado al hablar de sus nutrientes, este producto natural cosmético cumple una importante función antienvejecimiento.
Posibles efectos secundarios y contraindicaciones
Por lo general el aceite de argán se comercializa en estado puro al ser un producto 100% natural. Su fórmula tiene un solo ingrediente. Sin embargo, a veces también lo podemos encontrar como otro ingrediente más en cosméticos para el cuidado cutáneo como brumas, mascarillas, cremas para los ojos y más.
Marcas como Josie Maran y Kahina lo incorporan en casi todos los cosméticos que fabrican.
Puede usarse una o dos veces al día. Es apropiado para las rutinas de cuidado de la piel por la mañana y por la noche como paso final de una rutina, en capas sobre la crema o para sellar la humedad.
En su mayor parte, el aceite de argán no tiene efectos secundarios ni contraindicaciones ya que es un producto totalmente natural. En general se tolera bien, aunque algunos dermatólogos advierten de que un porcentaje muy pequeño de personas pueden experimentar una sensibilidad leve.
De todos modos, la única precaución que se debe tener al aplicarlo es que se haga siempre sobre una epidermis sana y seca.
Quien tenga una afección cutánea de carácter inflamatorio debe tener precaución al usarlo. Estaría desaconsejado, por ejemplo, en los casos de dermatitis seborreica.
Nuestra recomendación a quien vaya a emplearlo es que se preste atención a cómo reacciona la piel al aplicarlo. Recomendamos también seguir exactamente las indicaciones de uso del fabricante, en especial en los primeros usos.
Formando parte como debe formar la aplicación del aceite de argan en una rutina de cuidado facial, también recomendamos prestar atención a los consejos recogidos en nuestro artículo Cómo aplicar los cosméticos de manera correcta en el cuidado facial.